Hoy tenemos la suerte de poder entrevistar a Esperanza Geara, Enóloga responsable de la finalización y el “blending” de los vinos y brandies de Bodegas Fundador.
Esperanza cuenta con una extraordinaria trayectoria en la elaboración de vinos, que la ha llevado a trabajar en diferentes zonas productoras a nivel mundial. Sin duda, es una de las grandes profesionales que se dedican al mundo del vino en el Marco de Jerez.
Enamorada de los vinos en general, y del Jerez en particular, nos traslada sus impresiones sobre este mundo, a través de su experiencia y trabajo en una de las Bodegas con más solera de Jerez.
Toda una experta, y mejor persona, que bajo mi punto de vista, sabe transmitir con sus palabras el profundo cariño y respeto que siente por su trabajo…
Inmaculada Peña: Bienvenida Esperanza, gracias por compartir con l@s Caminantes tus impresiones sobre el mundo del vino. Cuéntanos un poco tu formación académica, dónde la has realizado y de dónde viene esa pasión por el Vino.
Esperanza Geara: De nada, es un placer. Crecí en Jerez, donde se respira viñedos y bodegas. El vino es una cultura intrínseca, no es simplemente una bebida, es pura historia y tradición. Aunque mi familia no es jerezana de origen, es algo que acaba calando irremediablemente para el que sabe apreciarlo. Estudié Ingeniería Agrícola en Sevilla y, tras un proyecto fin de carrera sobre viñedos, me fue inevitable seguir con la carrera de Enología en Cádiz.
IP: Has trabajado en diferentes zonas productoras de vino dentro y fuera de nuestras fronteras como Castilla y León, Chile, Nueva Zelanda o el Líbano. ¿Cómo resumirías tu trayectoria profesional hasta volver a Jerez para formar parte del equipo de Bodegas Fundador?
EG: Mientras estudiaba y una vez terminada la carrera, el horizonte de zonas vinícolas por descubrir se me hacía infinito. Tras hacer prácticas en Jerez, quise juntar dos de mis pasiones: viajar y aprender más sobre vino.
Así que procuré hacer dos vendimias por año: una en el Hemisferio Norte, y otra en el Hemisferio Sur. Es así como trabajé en una bodega en Chile, Valdivieso, elaborando blancos, rosados y tintos, vinos del “Nuevo Mundo”, y conociendo el trabajo duro desde el principio. Siguió una vendimia en la Ribera del Duero, Bodegas Mauro, del extraordinario Mariano García, elaborando tintos singulares, con gran concentración y color, reflejo de su terruño.
De allí, a la otra punta del mundo: a la exuberante Nueva Zelanda, concretamente a Marlborough Valley. Es Sauvignon Blanc en su máximo potencial, explosión de frutas exóticas y aromas herbáceos frescos.
A continuación, estuve unos años en Raimat (grupo Codorníu), experiencia muy enriquecedora, trabajando con vinos blancos, rosados y tintos, jóvenes y de crianza, y vinos espumosos.
Me llegó la oportunidad de trabajar en el Líbano, tierra de fenicios: los primeros embajadores del vino. Y tierra nativa de mis padres. Estuve siete años en una bodega maravillosa, Chateau Belle-Vue. Viñedo a 1.200 m de altitud, recuperando terrazas de cultivo ancestrales, totalmente ecológico y respetuoso con su entorno, rodeados de verdes montañas entre las que se divisa el Mediterráneo. Bodega pequeña, pero con unos tintos gran reserva absolutamente únicos.
Aún así me faltaba algo: conocía los vinos de Jerez, los había “vivido”, los había estudiado, pero… había que dar un paso más. Volví a Jerez, la que considero mi tierra. Y tuve la gran fortuna de entrar a formar parte de Bodegas Fundador, la bodega más antigua de Jerez, referente de vino y creadora del primer brandy español. Entrar en sus bodegas más antiguas te transporta a otra época con todos tus sentidos. Me sorprendió la acogida que tuve, la calidad humana que me rodeaba. Nadie tenía ningún reparo en compartir conmigo sus conocimientos, la forma de trabajar y elaborar aquellas joyas. Un universo totalmente diferente se abría ante mí, y estaba impaciente por sumergirme en él.
“La elaboración del vino de Jerez requiere de otra sensibilidad, tradición traducida a ciencia, historia integrada en cada bota que a su vez transmite su esencia al vino, el cual refleja su origen: el viñedo”
IP: ¿Qué desafíos supuso para ti trabajar en una bodega de Jerez?
EG: En cierta forma, como empezar de nuevo. Por supuesto mis conocimientos y experiencias enológicas me acompañaban, y los procesos biológicos y físico-químicos son prácticamente universales. Pero la elaboración del vino de Jerez requiere de otra sensibilidad, tradición traducida a ciencia, historia integrada en cada bota que a su vez transmite su esencia al vino, el cual refleja su origen: el viñedo.
IP: ¿Cuál es el papel que desempeñas en esta compañía?
EG: Inicialmente desde la recepción de la uva, fermentaciones y preparación de los mostos, elaboración y crianza de los distintos vinos: Fino, Amontillado, Oloroso, Palo Cortado, Pedro Ximénez con sus sistemas de soleras y criaderas. Y otro nuevo reto: elaboración y crianza de Brandies de Jerez.
Desde hace unos meses, soy la enóloga responsable de la finalización y el “blending” de los vinos y brandies antes de entrar en botella. Un trabajo cada día más apasionante, del que no dejo de aprender.
IP: Respecto a variedades de otras denominaciones de origen ¿Qué tiene de especial bajo tu punto de vista la Palomino?
EG: Hablar de Palomino es hablar de Jerez, de albariza. Es una variedad que históricamente fue ganándose el terreno poco a poco. Más que expresarse a si misma, es una variedad que transmite su terruño y lo lleva a la bota. Sin buscar protagonismo, lo consigue.
«Hay un jerez para cada ocasión, cada vino tiene su personalidad propia»
IP: ¿Qué tienen de especial para ti los Vinos de Jerez? ¿Qué características ves clave para diferenciarlos?
EG: ¿Y qué no tienen de especial? En Jerez no te bebes una añada, te bebes la historia de ese soleraje. Son vinos que están vivos. Hay un jerez para cada ocasión, cada vino tiene su personalidad propia. Consiguen maridar los platos más difíciles y encontrar siempre nuevas y apasionantes combinaciones.
IP: ¿Qué marcas de Jerez de la Casa Fundador recomendarías a l@s lectores?
EG: Como comentaba antes, cada momento y cada situación tienen su propio vino. Elaboramos los diferentes vinos de Jerez con nuestra marca Harveys, en la gama premium y V.O.R.S. Desde Fino, Amontillado, Oloroso, Palo Cortado, Pedro Ximénez y Bristol Cream. Aquí una copa vale más que mil palabras.
IP: Y ¿Qué Brandy recomiendas?
EG: Destacaría la gama de Fundador Supremo, proyecto innovador de brandies Solera Gran Reserva. En sus tres expresiones, son brandies que han envejecido en botas que han contenido Pedro Ximénez de 12 años, Amontillado de 15 años y Oloroso de 18 años, respectivamente. Este último fue nombrado el Mejor Brandy del Mundo 2019 en el IWSC y medalla de platino en el SFWSC 2021.
IP: Ahora, llega una pregunta obligada, ¿Qué estilo de Jerez te gusta más? Y ¿Por qué?
EG: Es muy difícil elegir uno. Pero hablando desde la elaboración, me enamora la crianza biológica y el mimo que requiere el Fino. Esa interacción con las levaduras del velo de flor, el vigilar la evolución de las botas una a una, catando en bodega, seleccionando botas para “injertar” otras cuando es necesario. Se crea un fuerte vínculo con el vino.
IP: Según tu experiencia ¿Crees que los vinos generosos del Marco de Jerez tienen el reconocimiento que merecen fuera de España?
EG: Afortunadamente creo que la respuesta a esta pregunta va mejorando con los años. Cada vez hay más gente, joven y no tan joven, interesada en el vino y ansiosa por descubrir nuevas experiencias fuera de las impuestas durante años. En ese contexto, el vino de Jerez es totalmente revelador para aquellos que buscan algo diferente, y así nos vamos ganando pequeños embajadores por el Mundo. Sin embargo, en muchos países seguimos siendo prácticamente invisibles. Aquí nos queda mucho aún por recorrer, para que el vino de Jerez se pueda entender mejor fuera de sus fronteras.
IP: En terreno nacional, ¿Crees que los Vinos de Jerez están cada vez más valorados?
EG: Poco a poco vamos ganando terreno, innovando a la vez que mantenemos la tradición, aprendiendo a mostrar la pura versatilidad que tienen nuestros vinos. Aquí hay que agradecer la enorme labor de medios de comunicación como vosotros, que hacéis el conocimiento cercano y atractivo.
«Al tomar una copa de jerez estás tomando historia, tradición y, sobre todo, calidad. Un producto noble, nunca mejor dicho»
IP: Por último Esperanza, ¿nos darías tres 3 razones por las que disfrutar del Vino de Jerez?
EG: Al tomar vino de Jerez estamos potenciando nuestro marco, nuestra gente, nuestra cultura, nuestros viñedos, nuestra industria. Deberíamos ser los primeros en inculcarlo a nuestro alrededor.
También, al tomar una copa de jerez estás tomando historia, tradición y, sobre todo, calidad. Un producto noble, nunca mejor dicho.
Y por último y no menos importante, ya lo has mencionado: disfrutar. No tanto de momentos especiales, sino sabiendo celebrar los momentos cotidianos y la buena compañía.
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