La bodega Williams & Humbert sigue apostando por el mercado del brandy reinvirtiendo en la imagen de su prestigiosa marca “Gran Duque de Alba”, uno de los mejores brandis del mundo, tal y como lo avalan los numerosos y destacados reconocimientos que ha recibido esta marca a lo largo de su historia.
La nueva presentación es una evolución de la anterior, con un enfoque más actual, distinguido y refinado y que se presenta en una nueva botella con un vidrio de excelente calidad, un talón más estrecho, fondo más grueso y hombros más pronunciados, lo que le dota de una apariencia estilizada y exquisita.
En cuanto a la etiqueta, se mantiene su característica estructura, en la que aparece el toisón de la casa de Alba sobre el logo de la prestigiosa marca, y mantiene su troquel, si bien, se ha reducido su tamaño y se ha eliminando el color de fondo amarillo apergaminado sustituyéndolo por un tono crema, lo que da como resultado una imagen más fresca y moderna. Su genuina cinta y lacre, y el grafismo de su logo, elementos distintivos y que otorgan personalidad a la marca, se mantienen inalterados.
Respecto al su estuche, se ha sustituido el tradicional empaque cerrado por un estuche que deja a la vista del consumidor la nueva y sofisticada imagen, a través de una apertura transparente frontal y trasera. El resto del estuche se presenta en color corinto y oro mate y en sus laterales se explica detalladamente el proceso de añejamiento, el país de origen y las cualidades que hacen de Gran Duque de Alba un brandy Ultra-Premium.
Tal y como señala el director de Marketing Nacional, Eduardo Medina García de Polavieja “hemos entendido que era necesario renovar la imagen, tratando de que ésta se asociara con una marca contemporánea, moderna y vibrante, pero siempre asegurándonos de que este nuevo diseño fuera fiel a nuestras raíces, y que el consumidor siguiera identificando esta marca señera de Williams & Humbert a través de este nuevo diseño”.
Hay que recordar que el gran ceramista de prestigio internacional, Antoni Cumella, fue el encargado de diseñar la botella y el tapón en la campaña que en 1973 se puso en marcha para el lanzamiento internacional del Brandy Duque de Alba.
Para el director Nacional de Marketing, “Aunque queremos conservar los orígenes de un diseño cuya creatividad es patrimonio de la casa, esta evolución responde a la necesidad de rejuvenecer la marca y sacarla de esa imagen estereotipada del brandy como bebida clásica o anticuada. Esperamos que el resultado final cautive a nuestros clientes y que estos perciban las innumerables posibilidades que ofrece esta bebida, ideal tanto para las sobremesas tranquilas como para las grandes veladas, excelente para saborearlo lentamente a sorbos y también como base de cóctel o combinado”.
En cuanto al origen del nombre de la marca, fue la gran amistad del agente de Williams & Humbert en Madrid con el XVII Duque de Alba (Jacobo Fitz James Stuart y Falcó, padre de la actual Duquesa de Alba) la que dio lugar a esta significativa marca comercial. Ante el inminente lanzamiento de este exclusivo brandy, se le solicitó al Duque de Alba si podía ser bautizado con su nombre y tras ser degustado por el aristócrata, este quedó gratamente impresionado y sugirió que a tan noble producto sería más acertado ponerle el nombre de su ascendente, el Gran Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, importante personaje histórico que había engrandecido la casa de Alba. Es de esta manera como lo refleja un documento escrito en posesión de la familia Medina, actual propietaria de esta marca, y en el que consta la autorización para bautizar este brandy con dicho nombre.
En definitiva, el brandy Gran Duque de Alba se presenta como un regalo excepcional, que provoca en el paladar una experiencia vital única y un viaje sensorial por la tradición y excelencia de sus centenarias soleras.
El brandy Duque de Alba fue lanzado al mercado en 1945 y ha sido objeto de los más importantes reconocimientos internacionales: ha recibido dos medallas de oro en diferentes ediciones de la San Francisco World Spirit Competition, sendas medallas de oro en la Wine and Spirit Competition de China y en la International Review of Spirits y ha sido calificado con 98 puntos sobre 100 por la Wine Enthusiast Magazine y calificación de Cinco Estrellas por el Spirit Journal, por citar sólo algunos de los reconocimientos recibidos en los últimos años. El Brandy Duque de Alba es el resultado de la destilación de buenos y equilibrados vinos y su proceso de envejecimiento es el mismo que el de los vinos de Jerez, el sistema de criaderas y soleras típico de la zona. En este proceso de envejecimiento es fundamental la madera, no sólo porque se trata de botas de roble americano, sino sobre todo por el hecho de que estas botas han contenido previamente algunos de los extraordinarios vinos de las bodegas Williams & Humbert. De esta forma, dependiendo del vino que estas botas hayan criado, dotarán al brandy de características y matices singulares: el oloroso “Dry Sack “ 15 años para el Gran Duque de Alba, el Pedro Ximénez “Don Guido” para el Gran Duque de Alba XO y el Palo Cortado, “Dos Cortados”, para el Gran Duque de Alba Oro. Marcas premiadas internacionalmente y, en el caso de las dos últimas, con una vejez de más de 20 años certificada por el Consejo Regulador del Vino de Jerez. A esto hay que sumarle el tiempo que reposan estos brandis: 10 años el GDA, 15 años el GDA XO y 20 años el GDA Oro.
Más información www.granduquedealba.com